miércoles, 11 de abril de 2012

El Lugar 2

Volví por segunda vez al puerto, y además de encontrarle un sentido de corte de lo natural con el cemento y el metal oxidado, le encontré otro adjetivo al lugar: olvidado. Aunque sea visitado por gente a diario, cuando uno se acerca al muelle descubre barandas rotas, salidas de su lugar, pintura gastada, incluso una "torre" que pareció ser una torre de control hace años atrás, justo en el medio de donde se pesca. La próxima vez que vuelva voy a tratar de ir en un horario en donde no haya nadie, así saco fotos a la torre vieja, rodeada de nada. Además de la basura que flota en el río, y las colecciones de bolsas de plástico que se amontonan en el borde de las piedras, hay también un rejunte de cosas en desuso como botes viejos, remos, pisos flotantes en el agua que no conducen a ningún barco, y hasta cadenas sueltas, que parecieron pertenecer a algún tipo de "amarre" o para asegurar algo grande, en algún momento. Siguen ahí, y la gente lo ve como un paisaje normal, cuasi típico del ambiente muelle-pesca-río, y no piensa quizás que antes fueron importantes para alguien.


















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